Monday, July 27, 2020

Proyectos En La Economía Colaborativa. Un Caso En Airbnb

En un apartado rincón del jardín de la finca familiar donde vivo hace algún tiempo, se alza una vieja cabaña. Construida originalmente hace más de 40 años como taller para mi madre artista, hoy se alza en un sector independiente de la propiedad


Tras recibirla después de algunos años en arriendo, a pesar del deterioro por el uso y los años, vimos que estaba al alcance de la mano  la oportunidad de retomar el tema del diseño para el turismo, en el que habíamos trabajado diez años atrás para terceros. En llave con mi esposa arquitecta, hicimos  una sencilla reforma y ambientación de la cabaña, con el objetivo de vincularla a la plataforma Airbnb. Un laboratorio que nos permitiera entender desde el hacer, algunas de las dinámicas de este sector  tan prometedor y de paso conseguir una renta adicional.


A seis meses de su lanzamiento este pequeño emprendimiento ha sido exitoso y no solo por la belleza del lugar sino por todas las estrategias de diseño mercadeo aplicadas con sentido de proyecto. Este artículo será el primero de una secuencia donde me propongo exponer las bases y técnicas para hacer proyectos de diseño en la economía colaborativa, esperando que estas líneas sean de utilidad para posibles emprendedores


Economía colaborativa:

El desarrollo de Internet y sus aplicaciones ha generado nuevos modelos de negocios basados en la colaboración a través del intercambio de productos, servicios y conocimientos.
El concepto de valor cambia radicalmente, ¿Para que preocuparse de "tener" cuando se puede "compartir"?.
 Si alguno de mis lectores tiene una casa de recreo lo entenderá: Probablemente esta sea más una fuente de gastos que no compensa el fin de semana al mes en que se disfruta. Con menos dinero se podría viajar cada vez a un lugar nuevo y diferente.
No es necesario poseer un bien para disfrutarlo, es más práctico y económico compartirlo.
¿Para que tener carro, oficina, herramientas, casas de recreo y otros bienes subutilizados para usarlos solo eventualmente? Es mejor compartir.

Compartir 3.0

El concepto de compartir y colaborar no tiene nada de nuevo, es milenario. Nuestros ancestros los  campesinos andinos le llaman " Minga" al trabajo comunal ( del quechua "minccacuni" solicitar ayuda prometiendo algo) en el litoral pacífico colombiano se llama " mano cambiada" y en México: "Tequio".
 La comunidad se ayuda en las siembras y cosechas. La guadañadora y el tractor se  compran entre varios vecinos y se van usando de finca en finca, compartiendo también los costos del mantenimiento.
En Brasil se llama "mutiräo", la gente se une para amoblar el parque, arreglar la escuela o hacer labores de beneficio de toda la comunidad , hoy por tí mañana por mí.
En nuestro país, especialmente dentro de las empresas, es muy usual que un grupo de empleados hagan una cuenta de ahorros común, de modo que al recoger rápidamente recursos entre muchos, los integrantes del colectivo pueden hacer préstamos en forma rotativa de este fondo común, sin perjuicio de que, quien se quiera salir simplemente reciba su aporte de vuelta.

Sistemas milenarios, previos al capitalismo donde el dinero es un bien escaso,  el trueque y el apoyo comunitario lo hace innecesario, el trabajo se comparte, pero el placer también.

Pero también puede ser negocio. Cuando vamos a un restaurante, estamos compartiendo la cocina y el salón de un establecimiento. Un club social tiene el mismo principio. Internet solo ayuda a hacerlo de una manera más eficiente, son muchas las plataformas para compartir: carro, patinetas, viajes, maquinaria manual y otras utilidades que han sido potencializadas por la red.

"Mutirao" en Brasil. Beneficio para todos al arreglar el camino para sacar las cosechas

 Los modelos colaborativos potencializados por plataformas, han fracturado regulaciones y maneras de hacer negocios tradicionales, Es el caso de Uber con sus variantes vs los taxistas. La economía colaborativa ha hecho evidente la hipertensión regulatoria a la que está sometida la economía tradicional y genera tensiones sociales cuando sale de control. La aplicación Waze para llegar más rápido a destino, está congestionando lo que antes eran barrios tranquilos y silenciosos. Los mensajeros de Rappi ( servicio de envíos a domicilio urbano) viven exclusivamente de las comisiones y por ende pagan hasta la mochila donde llevan sus pedidos, su retribución: una comisión sobre pedidos entregados.  Urgidos de hacer varias entregas para salvar el día, andan raudos por las aceras con pesados morrales que afectan su centro de gravedad con alto riesgo de accidente, de paso poniendo en peligro a los peatones.  No solo es regulación lo que se requiere, sino también modelos integradores para estos precarios empresarios de sí mismos.

Rappitenderos la invasión del espacio público genera tensiones 


Se acabaron los consumidores, ahora somos Prosumidores.

Si bien para las empresas en general y para los profesionales independientes en particular, las cosas se han puesto difíciles,  se abren las oportunidades que brinda estar hiperconectados, georeferenciados y bombardeados de información. Es evidente la posibilidad de tomar las mejores decisiones para nuestro bolsillo interactuando, opinando y calificando. El consumidor del siglo XXI se llama Prosumidor: dejamos de ser sujetos pasivos ahora somos influenciadores. Si el producto o servicio no es de nuestro agrado, lo denunciamos en las redes afectando la credibilidad del vendedor, El "prosumidor" compra y consume a partir de la abundancia de contenido, pero a su vez,  genera contenido propio creando una identidad digital.

Prestigio Digital:

Las interrelaciones abundantes entre personas que no se conocían previamente,  generan nuevos retos. Se se generan nuevos lazos. donde ya no aplica la recomendación de mamá de no hablar con extraños.

La plataforma tecnológica conecta al que necesita con el que tiene, validación de doble vía, registrada on line, cuya validación exitosa configura un nuevo concepto: el "prestigio digital" La persona no solo consume un producto, sino que hace contenido al respecto del mismo. En su forma más básica con una calificación y/o comentario sobre la compra o consumo. Un camino de doble vía.

En Airbnb un huésped, puede poner una nota entusiasta sobre el espacio donde se queda, pero si al salir lo deja  sucio y desconsiderado, será mal calificado por el propietario del alojamiento, alertando a posibles nuevos anfitriones para " reservarse el derecho de admisión". Las opiniones, con nota, se publican en forma simultánea, de modo que no se puede escribir una reseña basada en el rencor. El usuario va creando un prestigio web que procura sea favorable cuidando su comportamiento.  Un sistema es muy eficiente, a buenos comentarios, más huéspedes para el anfitrión y más lugares exclusivos para el huésped

Cabaña de la Montaña: Una nota de 4.9 y categoría "Superhost"con excelentes comentarios la ponen en los primeros lugares de las búsquedas generando un circulo virtuoso

Airbnb


Sin tener un solo cuarto, está a punto de desbancar a la centenaria Marriot, como la mayor proveedora de alojamientos en el mundo. Es una plataforma que, con una interfaz espectacular, pone en contacto a dueños de casas, cuartos y alojamientos con espacios disponibles, con viajeros y turistas que prefieren una experiencia más personal que el tradicional hotel.
Sus creadores son dos diseñadores gráficos, Brian Chesky y Joe Gebbia (Lo que sin duda explica la excelente interfaz de su sitio web)  Colgados en el pago de arriendo, tuvieron la idea de abrir su apartamento para otros diseñadores que venían a un congreso en una temporada muy congestionada ofreciéndoles un colchón de aire con desayuno.(vea charla de Gebbia en Ted )
Tras algunos años de prueba y error y con el apoyo de varios fondos de inversión,  Airbnb es una referencia obligada en empresas web basadas en diseño. Para sus anfitriones es una fuente alterna y segura para un dinero adicional.

 Si la ubicación es buena y el lugar atractivo, la oportunidad de hacer de ello un negocio es excelente.

Diseño colaborativo y aprendizaje mutuo.

Como a diferencia de las cadenas hoteleras, el negocio está basado en las personas, estas son protagonistas;  Airbnb hace de intermediario con su comunidad con una comisión del 6% para alojamientos y más recientemente para eventos y experiencias.
El ejemplo de los anfitriones y huéspedes destacados en la plataforma está a la vista de sus colegas y genera un proceso de aprendizaje mutuo que conlleva mejoras en los otros espacios. Estrategias exitosas son retomadas y re-adaptadas por otros anfitriones en nuevos espacios que, al funcionar bien, son también destacados en los primeros lugares de las búsquedas.
Navegar en Airbnb es una delicia puesto que te muestra inicialmente los espacios mejor calificados  y por ende con mayores atributos y mejor diseño de interiores y de comunicación
El reconocimiento al buen anfitrión se llama " SuperHost"  ( Super Anfitrión) Una insignia on line y una mejor ubicación en el ranking de entradas. Para conseguirlo el anfitrión debe tener un puntaje superior a 4.8 sobre 5.
La comunidad es un escenario de aprendizaje mutuo. Sus actores son los huéspedes ( que buscan experiencias de viaje) y los anfitriones quienes ofrecen sus espacios. Los dos son "Prosumidores".


El viajero digital:

Airbnb no representa sólo un mejor precio que el del hotel tradicional, es una oportunidad de integración con la comunidad local y permite descubrir lugares que, por fuera del circuito turístico tradicional generen experiencias novedosas, genuinas, originales, unicas, exclusivas y autóctonas. Ello implica una relación cercana con quien ofrece el alojamiento, algo inviable en un hotel. La misma diferencia entre un producto artesanal y uno industrial; el hecho a mano tiene más encanto y carácter,  el segundo quizás mayores prestaciones y atributos. Por eso mismo Airbnb no ha sido tan crítico para los hoteles pero sí está masacrando las posadas. Pero más vale que estos no se duerman pues ya se están consolidando otras plataformas que con un servicio de conserje y mucamas empieza a explorar un mix con lo mejor de los dos mundos.
Airbnb entiende y explota a su favor esta búsqueda del viajero por experiencias y también ofrece programas diversos, aventuras y experiencias culinarias geo-relacionadas cerca  al alojamiento.




El negocio en Airbnb?

El éxito del micro emprendimiento alojado en Airbnb  se da por la combinación de cuatro factores:


Sitio, Lugar, Estancia y Valor



Sitio: El lugar geográfico donde se ubica el lugar del alojamiento.
Lugar: El espacio donde el huésped se va a alojar
Estancia: La experiencia del huésped en el sitio y lugar. Con especial relevancia en el sueño y descanso, pero teniendo en cuenta todas las facilidades que el lugar puede ofrecer.
Valor:  Corresponde a la percepción del huésped respecto a lo que recibe vs lo que pagó.

Un proyecto de diseño en Airbnb crea un sistema que equilibra estos cuatro factores:


Sitio:


 Viajar a un lugar depende de una decisión previa del huésped que va explorar entre diversas opciones sobre unos parámetros básicos predeterminados por el mismo.

Un huésped de negocios va a optar por un lugar cercano a sus clientes, central y de fácil acceso, quizás requiera un espacio reservado para preparar sus actividades y una buena conexión wifi.

Una familia que desee un fin de semana en el campo va a preferir privacidad, amplios jardines, juegos, atracciones y lugares de interés cercanos, El wi-fi y área de trabajo no será tan importante.

El primer paso para afrontar un proyecto en Airbnb es entender el sitio y con ello prever el tipo de cliente que lo va a visitar. La meta será transmitir claramente sus atributos y quizás encontrar otros fuera del radar del turista tradicional, ello implica un trabajo de investigación y comunicación:

Atractivos locales: Además de ya conocidos, cada lugar tiene una serie de lugares que están por fuera del radar del turismo tradicional, estos pueden ser, bares o restaurantes de buena calidad, parques, mercados populares etc y por supuesto las experiencias cercanas que la misma plataforma te sugiere en las proximidades. La economía local ofrece sorpresas interesantes que  permiten ofrecer a los huéspedes una serie de programas mucho más íntimos y curiosos que los tradicionales del turismo de masa, Airbnb privilegia este tipo de viaje que prioriza relaciones y por ello se pueden crear actividades de todo tipo, que puedan sumarse al atractivo del sitio principal de alojamiento.
Cualquier persona que tenga una buena idea que implique experiencia y uso de tiempo libre de manera creativa y atractiva, sin un solo centavo para iniciar puede ponerla en la plataforma.


Lugar:  

Este el espacio que se ofrece a los huéspedes , puede ser desde un sencillo cuarto, hasta una finca completa, hasta ofertas más exóticos como carpas o casas en un árbol. Un buen lugar puede ser un atractivo en sí mismo y volverse también "sitio"

El lugar es un escenario que requiere un buen diseño interior, si es bueno, puede convertirse en atracción por sí mismo. Un diseñador de interiores contando con un buen presupuesto puede lograr que un el lugar sea un atractivo adicional, por ejemplo haciendo su proyecto temático bien conceptualizado y mejor fotografiado enfatizando en descanso y experiencia.
Por supuesto: El lugar debe cumplir los mismos requisitos rigurosos de limpieza y organización de su similar hotelero para que molestias menores no interfieran en la experiencia.

Estancia:

Lo más importante es un sueño reparador. Un buen colchón, tendidos y almohada de calidad son la base principal, seguida de todo aquello que la puede facilitar: completo set de platos y cocina hasta detalles "coquetos" como un completo set de condimentos en el estante de la cocina o un florero del jardín sobre la mesa.

Valor:

Como el huésped ha pagado por adelantado desde la plataforma,  debe sentir que lo que ha pagado corresponde a lo que va a recibir. El valor percibido debe por lo menos corresponder al precio que pagó y de preferencia ser superior, el espacio debe sorprender.
Un precio alto va a cohibir las reservaciones, pero si el espacio cobra por servicios extras que la gente puede pagar en el momento del uso y permite que vengan más personas pagando un poco más por cada huésped se aumentan significativamente los ingresos.


El proyecto en Airbnb es un juego para equilibrar estos cuatro factores citados con los recursos disponibles, en un proceso de aprendizaje mutuo con los huéspedes para ir mejorando los atributos percibidos hasta crear un espacio con identidad y carácter , es decir un proyecto de diseño integral que debe ir mutando a la medida de la retroalimentación de los huéspedes.

Pero ello lo veremos en la 2a parte de este artículo con el ejemplo personal que esbozo en la primeras líneas.

Siga leyendo clicando aquí. ¿ Quiere poner a rentar un espacio en Airbnb, clique aquí.


Quiere saber más sobre la minga, lea este artículo

El tema del proyecto como sistema tiene todo que ver,  sugiero leer este artículo anterior de este mismo blog

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